Este año una vez más el Congreso de la Nación aprobó el Presupuesto enviado por Gobierno Nacional. El Presupuesto 2009 total es de 233.817.577.614 (un crecimiento del 44,7%) mientras que el destinado a Universidades es de 7.951.500.000, es decir del 3,4% del presupuesto total. Esto implica un recorte encubierto ya que en el 2008 el presupuesto para universidades era del 3,5% del PBI.
Esta situación de ahogo presupuestario que sufren las Universidades Nacionales (y la nuestra en particular) se agrava año a año.
Esto lleva a las gestiones de turno a recurrir a los llamados “recursos propios” que no es otra cosa que el arancelamiento de cursos, post-grados, la venta de servicios, transferencia de conocimientos a las grandes empresas y demás políticas de mercantilización del conocimiento.
Esto tiene, fundamentalmente, dos consecuencias:
Por un lado (combinado con la restricción al ingreso y la falta de políticas de bienestar) la disminución en el ingreso, permanencia y egreso de las Universidades las que expulsan a la mayoría de la sociedad quedando alejada de las aspiraciones de los sectores más relegados por el sistema.
Por el otro, el condicionamiento de los contenidos académicos y de los proyectos de extensión e investigación. Éstas, que son las misiones fundantes de nuestra Universidad, lejos están de poder cumplirse. Esto (combinado con la acreditación de las carreras a organismos externos como la CoNEAU) implica una violación de la autonomía universitaria mediante la intromisión de las grandes empresas en los lineamientos que debería realizar democráticamente la Comunidad Universitaria en conjunto con las necesidades populares.
Ante esta situación, desde el movimiento estudiantil, entendemos que una Universidad pública y popular es impensable si la enmarcamos en la lógica del mercado. Nuestros esfuerzos cotidianos están volcados en romper con estas lógicas que llevan a nuestra universidad a profundizar la crisis en la que se encuentra. Entendemos que tenemos aquí dos caminos: Uno es declamar la dificultad de continuar con esta realidad educativa, lamentándonos por los “recortes no deseados” pero necesarios para sostener el funcionamiento de nuestra institución (lo que muchas denominamos administración de la miseria).
Otro es no conformarse con esta realidad, y generar acciones y propuestas que conduzcan al conjunto de la comunidad universitaria a la exigencia por mayor presupuesto que nos permita el desarrollo de políticas educativas deseables y no posibles, como única forma de hacerlas posibles.
En consonancia con ese otro camino elaboramos una propuesta alternativa. Un Presupuesto Base Cero, que parta de las necesidades reales de nuestra Universidad y no del miserable presupuesto que envía el Gobierno de CFK…
Sin embargo la gestión Morea, toma el primer camino, el fácil, el de la complicidad, distribuyendo la miseria. La inflación no se considera en el presupuesto del decano interino Morea, generando un recorte en el monto para funcionamiento sobre el presupuesto total. Es el mismo CIN (Consejo de Rectores de todas las Universidades Nacionales) recomendó que como mínimo el 15 % del presupuesto total debiera destinarse a funcionamiento. En nuestra Universidad el porcentaje total para funcionamiento es del 3,47 % y en la propuesta que se pretende aprobar este año los porcentajes de las distintas facultades ronda entre el 2.37 % y el 6.16 %. Lo que deja de manifiesto que el presupuesto destinado a esta Universidad es, en su conjunto, escaso para todas las Facultades.
La defensa de estos principios no puede estar basada netamente en lo discursivo o en declaraciones de intención. Sólo en la práctica y en la toma de decisiones que apuntan a defenderlos se refleja la voluntad real de transformación.
Somos actores políticos y como tales no podemos naturalizar prácticas que van en sentido contrario de lo que defendemos, “si no eres parte de la solución eres parte del problema” dicen por ahí.
Creemos que más allá de enunciaciones de reconocimiento acerca de esta crisis, la Gestión Morea no ha tomado un rol activo en la propuesta de acciones concientizadoras y de real impacto que nos permitieran como comunidad avanzar en el ejercicio de nuestro derecho y no seguir restringiendo nuestras posibilidades a políticas posibilistas que sólo llevan a achicar las posibilidades de crecimiento y autonomía de nuestra Universidad.
Por todo esto es que proponemos un Presupuesto Alternativo, real, necesario y deficitario. No vamos a ser cómplices del Ahogo que produce este Gobierno, vamos a seguir construyendo una alternativa desde la propuesta y desde la lucha. Este es el camino que elegimos seguir caminando.
Documento firmado por Convergencia, Neo Praxis, MUB y MEPs.
jueves, 23 de abril de 2009
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